Las roturas en tuberías pueden provocar desde simples fugas de agua hasta daños considerables en la estructura de una vivienda o negocio. Conocer las causas más comunes te ayudará a prevenir averías costosas y a prolongar la vida útil de tu red de saneamiento. En este artículo, profundizamos en los motivos más frecuentes de este problema y ofrecemos recomendaciones para mantener tus tuberías en perfecto estado.
Deterioro por antigüedad
Las tuberías tienen una vida útil limitada y, con el paso del tiempo, los materiales sufren desgaste natural. En edificios antiguos, es normal encontrar conductos de hierro galvanizado o plomo, los cuales son más susceptibles a la corrosión y la aparición de grietas.
Cómo prevenirlo
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Realiza inspecciones periódicas para detectar signos de oxidación o fisuras tempranas.
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Valora la sustitución de tuberías obsoletas por materiales más resistentes (PVC, polietileno reticulado, etc.).
Cambios bruscos de temperatura
Las variaciones drásticas de temperatura pueden ocasionar dilataciones y contracciones en los materiales. Durante inviernos muy fríos, es frecuente que el agua se congele dentro de la tubería, aumentando la presión interna y provocando roturas.
Cómo prevenirlo
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Aísla las tuberías expuestas al exterior con materiales aislantes.
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Mantén una temperatura mínima en el inmueble durante el invierno para evitar que el agua se congele.
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Purga o vacía las tuberías que no se utilicen de forma regular en zonas muy frías.
Bloqueos y atascos reiterados
La acumulación de residuos (grasas, toallitas, restos de comida, etc.) puede generar obstrucciones que eleven la presión en puntos concretos de la tubería, llegando a producir fisuras y, en casos extremos, roturas completas.
Cómo prevenirlo
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Evita arrojar elementos que no sean biodegradables por el inodoro o fregadero.
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Realiza limpiezas periódicas o profesionales. Puedes consultar nuestros consejos de desatascos y limpieza de tuberías para conocer métodos eficaces y preventivos.
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Considera la instalación de filtros o rejillas en los desagües para retener sólidos.
Raíces de árboles y movimientos del terreno
En zonas con vegetación abundante o cerca de árboles grandes, las raíces pueden crecer en busca de agua y penetrar en las tuberías subterráneas. Además, los movimientos del suelo por causas naturales (lluvias intensas, deslizamientos, etc.) ejercen presión en las conducciones.
Cómo prevenirlo
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Antes de construir, revisa la ubicación de las tuberías y la distancia de los árboles.
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Solicita una inspección profesional para detectar filtraciones o grietas que pudieran ser aprovechadas por las raíces.
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Si ya tienes una instalación antigua y sospechas de daños subterráneos, valora la reparación de tuberías sin obra como opción menos invasiva.
Falta de mantenimiento y revisiones periódicas
Al igual que cualquier instalación, las tuberías requieren de un mínimo cuidado para funcionar correctamente. No revisar la fosa séptica o el sistema de desagües, por ejemplo, puede desencadenar atascos crónicos y subsecuentes roturas.
Cómo prevenirlo
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Agenda inspecciones regulares con especialistas en fontanería o empresas de saneamiento.
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Comprueba que la fosa séptica esté en buen estado y no presente saturación. Si lo requieres, revisa nuestras soluciones de extracción de fosas sépticas para mantener tu sistema libre de acumulaciones.
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Sustituye con rapidez cualquier tramo dañado en vez de posponer la reparación, evitando que el problema se agrave.
Instalaciones defectuosas o materiales de baja calidad
En ocasiones, las tuberías sufren roturas prematuras porque no han sido instaladas correctamente o se ha optado por materiales de baja calidad para abaratar costes. Juntas mal selladas o conducciones mal niveladas pueden causar tensiones y fugas.
Cómo prevenirlo
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Confía en profesionales cualificados que garanticen una instalación adecuada y respeten la normativa local.
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Asegúrate de elegir materiales certificados de larga vida útil, aunque supongan un desembolso inicial mayor.
Presión de agua excesiva
Una presión de agua más alta de lo recomendado puede ocasionar desgaste acelerado en el interior de las tuberías. Con el tiempo, esto origina grietas o roturas en puntos débiles.
Cómo prevenirlo
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Instala válvulas reguladoras de presión para mantenerla en niveles seguros.
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Revisa periódicamente los manómetros o dispositivos de control para detectar variaciones bruscas.
En conclusión, identificar las causas más frecuentes de roturas en tuberías es el primer paso para prevenir daños y garantizar un correcto funcionamiento de todo tu sistema de saneamiento. Ya sea por antigüedad, cambios de temperatura, raíces o falta de mantenimiento, cada problema tiene su solución si se actúa a tiempo y de forma adecuada.
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Protege la inversión en tu hogar o negocio revisando periódicamente la instalación.
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Evita vertidos inadecuados y mantén un control sobre la presión del agua.
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Ante cualquier síntoma de fuga o atasco, busca asesoramiento profesional para atacar la raíz del problema.
¿Has notado problemas de humedades, fugas o atascos en tus tuberías?
Contáctanos en Limpiezas Domingo. Nuestro equipo de especialistas evaluará el estado de tu sistema de saneamiento y te propondrá la mejor solución para evitar daños mayores y costes innecesarios.
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